Iconos
En esta fecha se conmemora la venida del Espíritu Santo junto a la revelación de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
El descenso del Espíritu Santo sobre los Apóstoles marca el establecimiento de la Iglesia, a través de la predicación de los Apóstoles y el bautismo.
En Rusia esta fiesta es conocida como “Troitsa” (La Trinidad), y es tradición que los templos sean decorados con flores y hojas verdes, para demostrar que el divino aliento de Dios viene a renovar toda la creación.
San Pantaleón fue un mártir cristiano, nacido en Nicomedia, actual Turquía, a finales del siglo III. Era hijo de Eustorgio y Eucuba y fue médico como su padre. Su nombre, en griego, significa: “El que se compadece de todos” (Παντελεήμων, Panteleímon). Tiene el honor de ser uno de los catorce santos auxiliadores (para la Iglesia católica) y de los santos anárgiros (para la Iglesia ortodoxa).
Estudió filosofía y retórica y después se dedicó a la medicina. Fue médico del emperador Galerio Maximiano. Según San Alfonso María de Ligorio, Pantaleón apostató de la fe cristiana, que volvió a recuperar gracias a su amigo, el sacerdote Hermolao, y fue perseguido por Diocleciano en 303.
Tras ser torturado de varias maneras, murió. Según la tradición cristiana, el fallecimiento tuvo lugar bajo una higuera seca, que floreció al recibir la sangre del mártir luego de ser decapitado.1
La iconografía representa al santo con una pequeña cruz y un escalpelo, o bien, al pie de un olivo o higuera seca.
Es invocado por los que padecen dolores de cabeza y por los tuberculosos.
Santa María de Egipto +437, nació en Egipto, a los doce años escapó a Alejandría donde vivió disolutamente. Escritos del período se refieren a ella como prostituta, pero el libro “Vida”,afirma que no aceptó dinero por favores sexuales.
La hagiografía (Vida de los Santos), dice que era «un deseo insaciable e irrefrenable pasión». Diecisiete años de esta vida y viajó a Jerusalén a la Exaltación de la Santa Cruz (14 de Septiembre). Especie de «anti-peregrinación»; pues esperaba encontrar socios de lujuria. Para el viaje reunió dinero de favores sexuales a peregrinos y continuó esta vida por corto tiempo en Jerusalén. Una fuerza impidió que entrara en la Iglesia del Santo Sepulcro,durante la celebración.
Consciente por su impurez asintió un fuerte remordimiento. Al ver un icono de la Madre de Dios fuera de la iglesia, imploró perdón y prometió convertirse en asceta. Intentó entrar nuevamente en la iglesia y pudo. Veneró la reliquia dela Santa Cruz, regresó al icono para agradecer y escuchó una voz: «Si cruzas el Jordán, encontrarás un glorioso descanso».
Fue al monasterio San Juan Bautista,junto al Jordán, y recibió la comunión. La mañana siguiente cruzó el Jordán y fue al desierto a vivir como ermitaña. Según la tradición, llevó sólo tres panes (símbolo de la eucaristía) y vivió de la naturaleza.
Después de 47 años en soledad y uno antes de morir, desnuda, irreconocible como humano, encontró en el desierto a San Zósimo de Palestina; pidió su manto para cubrirse y le narró su vida, revelando una maravillosa clarividencia. Acordaron encontrarse el Jueves Santo del año siguiente y él de llevarle la comunión.
Al año viajó Zósimo, veinte días desde su monasterio al lugar de reunión en el desierto y la encontró muerta. Una inscripción en la arena junto a su cabeza indicaba que había muerto la noche de la comunión y transportada a donde encontraron su cuerpo, que se preservó incorrupto. Zósimo, según la tradición, la enterró con ayuda de un león y regresó al monasterio. Relató la historia de María a los hermanos, la que se conservó como tradición oral hasta que San Sofronio, Patriarca de Jerusalén (634 –638), escribió “Vida”.
Iglesia Ortodoxa del Patriarcado de Moscú,
Parroquia San Juan El Theólogo
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